Durante su gestión como ministro de Economía, impulsó el comercio y la expansión de los mercados externos.La política de comercio exterior formó parte de una estrategia más amplia e integral que buscaba la apertura de mercados y el incremento de la competitividad de los sectores productivos del país de cara a los desafíos de la globalización. Para aprovechar al máximo las oportunidades de negocios y superar los desafíos, fue necesario el desarrollo de nuevas habilidades que permitieran expandir los bienes y servicios a mercados externos. Miguel Lacayo, ahora empresario farmacéutico, afirma que con dicha estrategia se impulsó el desarrollo integral de la micro y pequeña empresa, así como el desarrollo y promoción de exportaciones, diversificación y modernización del sector agropecuario.Además, de la integración productiva y comercial con Centroamérica, los empresarios salvadoreños participaron de las oportunidades que representaba el libre comercio, el cual es un instrumento que contribuye a combatir la pobreza a través de la creación de nuevas fuentes de empleo. El TLC con Estados Unidos es enorme y ha hecho que las exportaciones crezcan con el correr el tiempo, siendo éste el “oxígeno que requiere nuestro país para dotar de mayor empuje al motor de nuestra economía y proporcionar una mejor calidad de vida a los salvadoreños”, afirma Lacayo. La mayor ventaja de esta forma de hacer negocios no solo son las herramientas comerciales y legales, sino también lo es el respaldo de los seis países participantes, los cuales son los principales testigos de este acuerdo comercial de grandes beneficios para la región. Lo que comenzó como una ventana hacia el desarrollo social, dice Lacayo, ahora es una puerta incluyente hacia el desarrollo social, con grandes ventajas para las micro y pequeñas empresas, beneficios que garantizan que no se creen nuevas barreras al comercio.